Vas vagando por esa calle que se cree de sentido único, la que sigue el rumbo de tu vida. De repente, oyes unos pasos, algo te persigue, intentan alcanzarte; no son nada más que las huellas que dejaste ayer, encontrando la solución a esa huida deteniéndote y cargar con ellas. Su peso ralentizará tu caminar pero a la vez dejarás de pararte porque esa experiencia no será lo que te pasa, sino lo que haces con lo que te pasa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario